Escrito por Daniel Lopez de Medrano
En estos tiempos de cambios, es muy importante que tengamos claro que el futuro no está escrito, lo creamos todos los días con nuestras decisiones.
Lo que conocemos como “El Futuro”, en realidad son varias líneas de tiempo que parten desde el aquí y ahora. Es como una encrucijada que tiene diferentes caminos para escoger y cada vez que tomamos decisiones vamos recorriendo por uno o por otro camino. Eso en lo que se refiere a nuestro futuro individual, porque el futuro como civilización es la unión de las decisiones de la gran mayoría.
Por ejemplo: si vamos a donde una persona para que nos diga el futuro usando las cartas del Tarot. Suponiendo que esa persona de verdad tiene esa habilidad, las cartas sólo podrán reflejar la línea de tiempo más probable para el momento de la consulta. Pero depende de nosotros que ese futuro se manifieste o no. Si enfocamos nuestra energía a esos eventos que nos advierten las cartas, terminaremos viviendo en esa línea de tiempo. Pero, si por el contrario tomamos decisiones que nos alejen de esa línea de tiempo, poco a poco irá desapareciendo y nos encaminaremos por otra línea de tiempo diferente. Definitivamente el secreto para vivir en una línea de tiempo o en otra, está en nuestras decisiones diarias. Bajo este concepto podemos entender que el futuro que vió el profeta Nostradamus, sólo era una de las tantas líneas de tiempo que existían en el futuro de la humanidad. Estoy convencido que este reconocido profeta escribió sus famosas cuartetas para advertirnos del peligro y para que evitáramos ir por esa línea de tiempo. Pero alejarnos de una línea de tiempo como civilización no es una labor de unas pocas personas.